CISNE NEGRO (2010)


CISNE NEGRO. Título original: Black Swan. Año: 2010. País: USA. Dirección: Darren Aronofsky. Interpretación: Natalie Portman (Nina), Vincent Cassel (Thomas Leroy), Mila Kunis (Lily), Barbara Hershey (Erica), Winona Ryder (Beth). Guion: Mark Heyman, Andrés Heinz y John McLaughlin; basado en un argumento de Andrés Heinz. Producción: Mike Medavoy, Arnold W. Messer, Brian Oliver y Scott Franklin. Música: Clint Mansell. Fotografía: Matthew Libatique. Montaje: Andrew Weisblum. Diseño de producción: Thérèse DePrez. Vestuario: Amy Westcott. Distribuidora: Hispano Foxfilm. Duración: 110 min. Estreno en USA: 3 Diciembre 2010. Estreno en España: 18 Febrero 2011. Género: Drama, thriller psicológico.

2010: Premios Oscar: Mejor Actriz (Natalie Portman).
2010: Globo de Oro: Mejor Actriz (Portman).
2010: Festival de Venecia: Mejor actriz o actor joven (Mila Kunis)
2010: 4 Independent Spirit Awards: mejor película, director, actriz (Portman) y fotografía
2010: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor fotografía


Natalie Portman es una de esas actrices que tienen un público embelesado con su físico dulce y desvalido. Es lo que podríamos denominar una "chica bonita". Eso tiene sus ventajas y desventajas. Chicas a las que se admira por su físico pero nunca por su inteligencia, que se desprecia, ni por su talento. Ya se sabe que la belleza física es efímera y que la juventud se aleja en un suspiro. En la película que nos ocupa tenemos la presencia de Winona Ryder, una actriz que era un caso similar al de Natalie y que en la actualidad se ha convertido en un juguete roto, una figura del ayer que realiza cameos y papeles secundarios.
Por eso, dichas actrices necesitan "demostrar" que son seres humanos, algo que considero innecesario porque es más que evidente, y que tienen talento. Por eso, en Cisne negro, Natalie Portman se desmelena a placer para demostrarnos sus cualidades histriónicas y dejar claro que en absoluto es una mujer florero.
Así que en la película de Darren Aronofsky, Natalie trata de romper con su imagen algo ñoña y lo consigue plenamente, incluyendo secuencia lésbica con Mila Kunis para poner toda la carne en el asador. El argumento precisamente trata de esto. De una bailarina que lleva años luchando para conseguir llegar a protagonista en la compañía que brilla con su estrella (Winona Ryder) que por razones de edad debe jubilarse cuando aún es joven y atractiva. Pero ya se sabe que en el mundo del ballet se es "viejo" antes de hora porque el físico humano no perdona e impide desarrollar completamente sus habilidades artísticas.
Así, la película en cierto modo desaprovecha el personaje de la bailarina que ha entrado en su declive y también el papel de la madre de la protagonista (Barbara Hershey) que en su juventud no llegó a nada y que trata de triunfar a través de su hija.
Toda la acción se centra pues en Nina Sayes, una bailarina que ha conseguido perfeccionar su técnica pero que no entrega su corazón al mundo del ballet. Una personalidad fría y asexual que la hace incapaz de triunfar con el ballet El lago de los cisnes de Piotr Ilich Chaikovski. Así que la muchacha se debe esforzar sobrepasando el límite de sus fuerzas perjudicando su salud y descendiendo al infierno de la esquizofrenia.
Natalie Portman consigue triunfar plenamente como actriz, la película convence a pesar de ser confusa en muchos aspectos porque nunca sabemos que lo que la pantalla nos muestra es real o una fantasía de la demente mente de la bailarina en busca de su perfección. La narración es ambigua y juega con el misterio y la confusión. La imagen es nerviosa, la cámara apenas usa el trípode porque apenas está quieta en los planos fijos como si hubiéramos vuelto a la época de la Nouvelle Vague francesa. Ese detalle acentúa el carácter esquizofrénico de su narración.
Darren Aronofsky crea un ambiente asfixiante, una atmósfera malsana, en que la protagonista acaba por poder su lucidez en pos del fantasma del triunfo tan caro a la cultura estadounidense y más concretamente hollywoodense.
El patito bello ha terminado por convertirse en un cisne. Según el ballet de Chaikovski, centrado en dos cisnes (uno blanco que es el bueno y otro negro que es el malo, la perversión de los colores provocando prejuicios hacia los oscuros) interpretados siempre por la misma bailarina, es el negativo y perverso el más difícil de interpretar por su poder de destrucción.
La realidad y la fantasía acaban por confundirse y la mente de la bailarina acaba por no saber distinguir lo real y lo ficticio.

Salvador Sáinz