AYER, HOY Y MAÑANA (1964)


AYER, HOY Y MAÑANA. Título original: Ieri, oggi e domani. Año 1964. País. Italia. Director: Vittorio De Sica. Intérpretes: Sophia Loren, Marcello Mastroianni, Aldo Giuffre, Lino Mattera, Agostino Salvietti, Tina Pica. Guión: Eduardo De Filippo, Isabella Quarantotti, Cesare Zavattini. Música: Armando Trovajoli. Fotografía: Giuseppe Rotunno. Compagnia Cinematografica Champion / Les Films Concordia. Duración: 119 minutos. Comedia. Drama | Película de episodios.
PREMIOS 1964: Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1963: Premios David di Donatello: Mejor actor (Mastroianni), actriz (Loren) y producción

Película de tres episodios mostrando tres parejas italianas interpretadas por el dúo Sophia Loren y Marcello Mastroianni que tanta gloria dio al cine italiano y mundial. Como director tenemos al gran Vittorio De Sica. Sobresale una mirada distinta al mundo del cine y sobre todo a la realidad. Es lo que ha hecho grande al cine italiano.
En el primer episodio nos encontramos ante una pareja lumpen, es decir marginal con marido en paro y mujer vendiendo tabaco de contrabando. Nos da una visión distendida y picaresca de Nápoles con calles mugrientas, policías campechanos que aunque oficialmente se comporten como tales en realidad son cómplices de los conciudadanos.  
Una mujer asfixiada por las deudas es condenada al embargo y a la cárcel, pero como está embarazada no puede ir. Así que para burlar la justicia se dedica a parir como una coneja hasta que al pobre marido se le acaba el semen… En fin que hay que verlo para creerlo.
De Sica muestra una Italia pintoresca con curas caminando por la calle con sus largas sotanas, monjas acompañadas de pequeñas colegialas, esa cárcel que parece una reunión de comadres charlatanas y una sociedad solidaria que reúne el dinero para sacar a la madraza de prisión. Una imagen entrañable como entrañable era el cine que lo engendró.
En cambio el segundo episodio es la cruz, una pareja adúltera y burguesa. Personas elegantes y atractivas pero insípidas. De Sida muestra sus miserias y su escaso atractivo.
El tercer episodio es quizás el mejor. Una prostituta con clientes estrafalarios, sus líos con una vecina puritana que acaba por comprenderla. Un seminarista que sufre las tentaciones de la carne y sobretodo mucho humor como ese striptease de Sophia Loren ante Marcello aullando en la cama. Pero sorpresa desagradable arruinará la velada.
Dicha secuencia fue parodiada treinta años después por Robert Altman en Prêt-à-Porter, con la misma pareja ya envejecida. Tras el striptease el galán se queda dormido.
Entrañable Marcello, entrañable Sophia.

Salvador Sáinz