LOS VIKINGOS (1958)


LOS VIKINGOS. Titulo original: The Vikings. Año 1958. País: Estados Unidos. Director: Richard fleischer. Intérpretes: Kirk Douglas (Einar), Tony Curtis (Eric), Ernest Borgnine (Rey Ragnar), Janet Leigh (Princesa Morgana), James Donald (Lord Egbert), Alexander Knox (Padre Godwin), Frank Thring (Rey Aella), Maxine Audley (Enid), Eileen Way (Kitala), Edric Connor (Sandpiper), Dandy Nichols (Bridget), Almut Berg (Coletas), Per Buchhij (Bjorn), Orson Welles (Narrador). Guión: Calder Willingham & Dale Wasserman (Novela: Edison Marshall). Música: Mario Nascimbene. Fotografía: Jack Cardiff. Productoras: Bavaria Film, Brynaprod S.A. y Curtleigh Productions. Distribucción: United Artists. Duración: 114 minutos. Aventuras | Vikingos. Siglo IX
1958: Festival de San Sebastián: Mejor actor (Kirk Douglas) (ex-aequo)

Rodada en Bavaria Filmstudios,Alemania; Bretaña, Francia; Fort La Latte, Côtes-d'Armor, Francia; Alemania; Hardanger, Noruega; Lim Fiord, Croacia; Walchensee, Bavaria, Alemania, Los vikingos es tal vez una de las mejores películas de su realizador Richard Fleischer, la segunda y última que coincidió con Kirk Douglas tras 20.000 leguas de viaje submarino (1954).
Vikingo (del inglés viking, y este del nórdico antiguo víkingr) es el principal de los nombres dados a miembros de los pueblos germánicos originarios de Escandinavia, famosos por sus incursiones y pillajes en Europa. Los vikingos y sus descendientes tuvieron gran influencia en la historia europea. En las Islas Británicas gobernaron durante muchos años hasta ser finalmente derrotados por los normandos, descendientes de vikingos que habían recibido tierras en Normandía (Francia). En Italia fundaron el reino normando de Sicilia e incluso llegaron a influir con sus incursiones en el Califato de Córdoba y en el Imperio bizantino. Incluso se cree que llegaron al continente americano muchos siglos antes de Cristobal Colón aunque su descubrimiento nunca trascendió.

Los vikingos tiene muchos puntos de interés, aparte de que es uno de los títulos más entrañables en la filmografía de sus intérpretes. Empezamos por Frank Thring, un actor especializado en villanos de films históricos (Rey de Reyes, Ben-Hur, El Cid); el genial Ernest Borgnine como rey vikingo de toscos modales; la siempre dulce y sensible Janet Leigh, actriz de amplio registro capaz de triunfar en todos los géneros: Tony Curtis, no muy apreciado en su época pero que tiene buenos títulos en su haber, y sobretodo el grande Kirk Douglas, todo un monstruo sagrado de la pantalla.
Ya desde el arranque de la película con unas animaciones que nos muestran quienes eran los vikingos la película interesa. Era un pueblo de grandes marineros, su fama sin embargo era de gente despiadada y cruel que vivía del pillaje. No se han rodado muchas películas sobre esta raza guerrera pero no obstante son atractivos a la hora de crear espectáculo.
La película de Fleischer no es sólo eso, un puñado de escenas con bárbaros que arrasan todo a su paso, sino una auténtica tragedia. Al principio vemos como el rey Ragnar (Borgnine) asesina al rey inglés y viola a la reina de Inglaterra a la que deja encinta. Como la corte inglesa es aún más pérfida que la vikinga, bruta pero noble, el bebé recién nacido es enviado a Italia a un monasterio portando en el cuello el pómulo de una espada regia. Ese pómulo es el elemento que identificará al infante una vez adulto. En el viaje a Italia el barco es capturado por los vikingos de su padre, quien sin conocer su parentesco le reduce a la esclavitud. Fleischer nos escamotea este detalle argumental para añadir suspenso a la película y la trama que continúa veinte años después nos lo muestra ya adulto ignorante de su origen.
Toda la trama gira en una lucha fratricida entre ambos hermanos que desconocen que lo son por el amor de Morgana, una bella mujer.
A pesar de las guerras y escenas de lucha, algunos muy convencionales, propias del cine hollywoodense en donde ingleses y vikingos hablan el mismo idioma por arte de magia, la trama personal, la historia de amor entre una gran dama inglesa y un joven a quienes creen esclavo centra toda la atención.
Por cierto, un inciso, en el prólogo nos muestran a los vikingos como seres ignorantes que creían que la Tierra era plana y que en el Atlántico había un mar tenebroso por el que caías a un precipicio repleto de monstruos. Los cristianos de la época creían exactamente lo mismo así como los demás pueblos del planeta.
Buenos navegantes se guían por las estrellas y la posición del Sol ignorando la brújula por lo que jamás navegaban a través de la niebla. En cambio el esclavo Eric (Curtis), tras liberar a Morgana, cautiva de Ragnar, utiliza una brújula para escapar de sus perseguidores a través de la espesa neblina  capturando al rey vikingo por una casualidad demasiado providencial.
Si las aventuras están narradas a la perfección, atrayendo la atención del público, las imágenes rodadas en Alemania, Francia y Noruega son realmente bellas gracias al talento de Jack Cardiff, posterior director de cine. El juego actoral es básico para que la historia sea creíble girando alrededor de una lucha fratricida entre personajes que ignoran su parentesco y un héroe que ignora su verdadera identidad. No puedo cerrar este escrito hablando de la espléndida partitura de Mario Nascimbene.

Salvador Sáinz