SPARTACUS: VENGANZA (2011)

SPARTACUS: VENGEANCE. Año: 2011. Pais: Estados Unidos. Dirección: Michael Hurst, Rick Jacobson, Jesse Warn. Reparto: Liam McIntyre (Spartacus), Peter Mensah (Oenomaus), Manu Bennett (Crixus), Katrina Law (Mira), Dan Feuerriegel (Agron), Dustin Clare (Gannicus), Cynthia Addai-Robinson (Naevia), Heath Jones (Donar), Pana Hema Taylor (Nasir), Lucy Lawless (Lucretia), Viva Bianca (Ilithyia), Craig Parker (Gaius Claudius Glaber), Nick E. Tarabay (Ashur ), Brett Tucker (Publius Varinius), Hanna Mangan-Lawrence (Seppia), Luke Pegler (Marcus), Tom Hobbs (Seppius). Guion: Aaron Helbing, Todd Helbing, Miranda Kwok, Steven S. DeKnight, Brent Fletcher, Tracy Bellomo, Andrew Chambliss, Daniel Knauf. Producción: Chloe Smith, Charles Knight, Aaron Lam. Productora: Starz (EE.UU.). 10 capítulos de 50 minutos cada uno.


01 - Fugitivus
02 - Un Lugar En Este Mundo
03 - El Bien Común
04 - Manos Vacías
05 - Libertus
06 - El Camino Elegido
07 - Sacramentum
08 - Equilibrio
09 - Monstruos
10 - La Ira De Los Dioses

Segunda temporada de la serie Spartacus tras la original Spartacus: sangre y arena, una precuela debido a la enfermedad y óbito de su protagonista, Spartacus: Los dioses de la arena, y esta segunda temporada con nuevo protagonista Spartacus: Venganza. La tercera temporada se ha estrenado ya con el título Spartacus: War of Damned que será la última pero Starz rumorea que la posible grabación de un spin-off, Julius Cesar, personaje que aparecerá en la tercera temporada original.
Todo punto de comparación de este Spartacus o Espartaco con la película de Stanley Kubrick es inexistente. Son telefilmes de diseño con una estética de videojuego del montón, personajes estereotipados, tramas de culebrón y unos efectos especiales ridículos. Ridículos no porque estén mal hechos sino porque son absurdos, pretenden ser espectaculares y crear efectismo pero en realidad caen en lo grotesco.
Es el defecto de lo que desde los inicios del cine (y en realidad de otras formas de representación como el teatro) se llama cine o televisión “comercial” pretendiendo atraer las audiencias o el público con métodos efectistas, personajes planos y dramatismo inexistente.
La serie que nos ocupa cada vez interesa menos. La segunda temporada decepciona porque se nos prometía ubicar la acción en campos abiertos, pero en realidad se sustituye el ludus por un derruido templo egipcio donde se refugian los esclavos supervivientes de la anterior temporada.
Algunos personajes emblemáticos de la primera temporada perecen para renovar casting en la tercera. Pero es evidente la fatiga de la serie porque las ideas escasean.
Si los efectos sangrientos son grotescos, las escenas eróticas a veces son gratuitas, puestas sin ton ni son y sin venir a cuento. A veces están resueltas con elegancia y buen gusto, pero otras no añaden nada a la trama porque están puestos por cuestiones comerciales.
Para Starz la serie es sólo un negocio y sus productos una mercancía. Dan al público, a la audiencia lo que ellos creen les atrae y buscan el escándalo fácil, los desnudos, sobre todo los masculinos y escenas de homosexualidad porque son tabú en el mundo del espectáculo.
Más que un Espartaco justiciero, protagonista de una épica epopeya en busca de la libertad, nos encontramos un personaje para públicos frikkies.
La mejor secuencia para mi es aquella en que transcurre en el circo donde en pasadas ediciones los públicos acudían para ver a los gladiadores matarse unos a otros, mientras que en las gradas se grita y se jalea y se llega a fornicar. Los rebeldes queman los pilares del circo y las gradas se hunden asesinando a esos espectadores sanguinarios que se divertían con la muerte ajena y acaban pereciendo con la propia. Es lo más destacable de esta segunda temporada.

Salvador Sáinz