LETRA Y MÚSICA (1948)


LETRA Y MÚSICA. Título original: Words and Music. Año 1948. Paises: Estados Unidos. Director: Norman Taurog. Reparto: Tom Drake (Richard Rodgers), Mickey Rooney (Lorenz Hart), Janet Leigh (Dorothy Feiner Rodgers), Marshall Thompson (Herbert Fields), Betty Garrett (Peggy Lorgan McNeil), Jeanette Nolan (Mrs. Hart), Ann Sothern (Joyce Harmon), Perry Como (Eddie Lorrison Anders), Cyd Charisse (Margo Grant), Richard Quine (Ben Feiner Jr), Gene Kelly, Vera-Ellen, Judy Garland, Lena Horne, June Allyson, Mel Torme. Guión: Fred F. Finklehoffe (Historia: Guy Bolton & Jean Holloway). Música: Richard Rodgers y Lorenz Hart. Fotografía: Harry Stradling Sr., Charles Rosher. Productor. Arthur Freed. Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Duración: 120 minutos. Musical, biografía.

Richard Charles Rodgers (28 de junio de 1902, Nueva York - 30 de diciembre de 1979, Nueva York) y Lorenz Hart (2 de mayo de 1895, Nueva York - 22 de noviembre de 1943, Nueva York) fueron dos famosos compositores estadounidenses dedicados al musical de Broadway y canciones melódicas populares. Letra y música nos narra la relación entre ambos hasta el fallecimiento del segundo citado a causa del alcohol. Entre sus obras conjuntas están The Garrick Gaieties de 1925, A Connecticut Yankee de 1927, The Boys from Syracuse de 1938 y Pal Joey de 1940. A Connecticut Yankee está basado en la novela de Mark Twain, Un Yanqui en la corte del Rey Arturo, y The Boys from Syracuse en La comedia de las equivocaciones de William Shakespeare. Esta última fue llevada al cine en 1940 bajo la dirección de A. Edward Sutherland con Allan Jones, Irene Hervey, Martha Raye, Joe Penner, Alan Mowbray, Charles Butterworth.
Pal Joey se llevó a las tablas en 1940 con Gene Kelly y en 1957 a la pantalla grande con Frank Sinatra, asistido por Kim Novak y Rita Hayworth, dirigidos por George Sidney. Tal vez no sean los mejores compositores de la historia del musical pero si fueron muy brillantes mientras duró su colaboración, Babes in the Arms (1937)  se convirtió al ser llevado al cine por la Metro y dirección de Busby Berkeley en Los hijos de la farándula con Mickey Rooney y Judy Garland, con un éxito inusitado que provocó que se rodaran diversas secuelas con el mismo elenco. No es pues casual que este título el papel de Lorenz Hart lo encarnara el mismo Rooney y que en la película se incluya un número con Judy Garland (Johnny One Note), su pareja de infancia.
Fallecido Hart, Rodgers continuó componiendo la música de obras tan famosas como Oklahoma! (1943), Carousel (1945), South Pacific (1949), The King and I (El Rey y yo, 1951), The Sound of Music (Sonrisas y lágrimas, 1959) que han originado películas famosas. Aunque yo prefiera otros compositores, he de reconocer los méritos de esta pareja y su biopic en cierto modo es digno de su valía. Tom Drake no hizo mucha carrera en cine, enseguida se refugió en la televisión en donde tuvo una carrera mediocre. Mickey Rooney, pese a ser un actor cargante y empalagoso en esta etapa cinematográfica, se convirtió en toda una leyenda de Hollywood con una larga carrera que ha llegado hasta nuestros días.
Lo mejor de esta película, dirigido por Norman Taurog, un director de segunda fila pero honesto y aplicado, son los diversos números musicales que jalonan la proyección y que son de gran calidad empezando por el ballet de Vera-Ellen y Gene Kelly anticipándose a su emparejamiento en Un día en Nueva York. Por si fuera poco está la mentada Judy Garland con un par de canciones y Lena Horne entonando The Lady Is a Tramp, una de sus canciones más famosas.
Estos números en cierto modo son como pequeñas películas en medio de la película, del biopic en donde tenemos el enorme placer de contar con presencias como Betty Garret y Janet leigh (las futuras protagonistas de Mi hermana Elena, versión de Richard Quine en 1955, curiosamente el futuro director trabaja como actor en esta cinta) y por si fuera poco la gran Cyd Charisse. Este reparto apuntala una película que de otro modo se hundiría en la mediocridad, pero Arthur Freed sabe añadirle su peculiar estilo para evitar dicha catástrofe y  gracias a su estilo podemos disfrutar de un buen espectáculo con figuras ya legendarias muy queridas por los cinéfilos de todo el mundo.

Salvador Sáinz