EL MAYOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO (1952)


EL MAYOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO. Título original: The Greatest Show on Earth. Año: 1952. País: Estados Unidos. Director: Cecil B. DeMille. Reparto: Betty Hutton (Holly). Cornel Wilde (El Gran Sebastian). Charlton Heston (Brad Braden). Dorothy Lamour (Phyllis). Gloria Grahame (Angel). Henry Wilcoxon (Agente FBI Gregory). Lyle Bettger (Klaus). Lawrence Tierney (Mr. Henderson). Emmett Kelly (Él Mismo), Cucciola (Él Mismo), Antoinette Concello (Ella Misma), John Ringling North (Él Mismo), Tuffy Genders (Él Mismo), James Stewart ('Buttons' el Clown), William Boyd (Hopalong Cassidy), Bing Crosby (espectador), Bob Hope (espectador), Edmond O'Brien (Midway Barker). Guión: Fredric M. Frank, Barré Lyndon, Theodore St. John (Historia: Fredric M. Frank, Theodore St. John, Frank Cavett). Música: Victor Young. Fotografía: George Barnes. Paramount Pictures. Duración: 153 minutos. Aventuras, circo.

El mayor espectáculo del mundo fue una de las últimas películas de Cecil B. DeMille, auqnue esta vez alejado de temas bélicos o del lejano oeste tan caros a tan personal cineasta. Nos encontramos en un circo americano, un circo ultra espectacular que nada tiene que ver con los que veíamos en Europa mucho más modestos.
Sin embargo no por ello deja de ser una película épica en donde se glosa el esfuerzo de esta familia circense que viaja de ciudad en ciudad en su tren con artistas, fieras, animalillos y obreros  levantando y desmontando carpas. Una vida itinerante pero apasionante luchando contra las inclemencias del tiempo o las crisis económicas de la época que merman la asistencia de público a sus espectáculos que antes de que llegara la televisión eran mayoritarios y extremadamente populares.
DeMille nos cuenta diversas historias. La del médico que asesinó a su mujer para evitarle sufrimientos y se debe disfrazar de payaso en un circo para huir de la policía. Es verdaderamente emotiva la escena en que es capturado por un agente que le demuestra su admiración pese a todo. Son momentos en los que el cine demuestra su grandeza.
Está la historia de amor, entre dos trapecistas. El gran Sebastián en su apogeo de la fama y la incipiente rubia, Betty Hutton, una actriz sensacional que es muy poco reconocida por las historias cinematográficas.
Charlton Heston estaba en sus inicios, apuntaba ya maneras de gran estrella del cine épico aunque en este caso la épica sea más cotidiana que sus futuros trabajos encarnando a grandes héroes como El Cid o Moisés. James Stewart realiza una de sus mejores trabajos pese al maquillaje que no nos deja ver su rostro durante toda la proyección. Es de uno de esos personajes que siempre hacen historia.
DeMille canta la grandeza del mundo del circo, conocemos los mejores números de aquel tiempo, los mejores artistas van desfilando por la pantalla dejando huella de su quehacer y de sus grandes habilidades. Un cine realizado con suma elegancia, con imaginación y fantasía donde todo está medido al detalle.
Un cine pensado para públicos familiares que contiene diversión para todos, con sólidos arquetipos circenses y una dosis de drama hacia al final con el espectacular accidente a base de maquetas de la época.
Betty Hutton arrasa la pantalla con su desbordante personalidad, su voz desgarrada y su habilidad para la acrobacia. Un gran espectáculo en suma, único e irrepetible.

Salvador Sáinz