UNA NOCHE EN LA ÓPERA (1935)


UNA NOCHE EN LA ÓPERA. Título original: A Night at the Opera. Año: 1935.País: Estados Unidos. Director: Sam Wood. Reparto: Groucho Marx (Otis B. Driftwood), Chico Marx (Fiorello), Harpo Marx (Tomasso), Kitty Carlisle (Rosa), Allan Jones (Ricardo), Walter Woolf King (Lassparri), Sig Ruman (Gottlieb), Margaret Dumont (Mrs. Claypool), Edward Keane (Capitán), Robert Emmett O'Connor (Henderson), Billy Gilbert (músico en barco), Enrique Acosta (invitado fiesta), Harry Allen (Doorman), Sam Appel (Dungeon Guard), King Baggot (dignatario), Marion Bell (cantante), Edna Bennett (Maid ), Stanley Blystone (oficial del barco), Al Bridge (inspector de inmigración). Guión: George S. Kaurman, Morrie Rysking, Buster Keaton. Música: Herbert Stothart.Fotografía: Merrit B. Gerstad (B&W). Metro-Goldwyn-Mayer. Duración: 94 minutos.Comedia. Ópera

Estamos ante una película verdaderamente mítica. Tres cómicos en horas bajas, ya que sus películas en la Paramount pincharon en taquilla y se les consideraba acabados a pesar de que su carrera en dicha productora es considerada lo más brillante de su filmografía por parte de muchos fans del famoso trío, entonces cuarteto.
Efectivamente, las películas que rodaron para la Paramount eran muy descabelladas para el público de la época, además cuando Groucho quiso abandonar su tradicional personaje con la obra Twentieth Century de Ben Hecht y Charles MacArthur fracasó con estrépito ya que se hundió tras la noche de un preestreno.
Afortunadamente en una timba de póquer, Chico Marx tuvo la fortuna de coincidir varias veces con el productor de la Metro Goldwyn Mayer, el afamado Irving Thalberg  (Brooklyn, Nueva York, 30 de mayo de 1899 - Santa Mónica, California, 14 de septiembre de 1936), quien supo ver el potencial comercial de los hermanos Marx.
La fórmula consistía en buscar un buen argumento, un buen guión, con una historia de amor en medio y los hermanos haciendo de chicos buenos enfrentados a un villano carente de escrúpulos. Añadir números musicales, denostados por los puristas pero efectivos en taquilla y, qué caramba, no son tan malos como se ha dicho.
Thalberg ideó un buen sistema para perfeccionar la película. Por ejemplo redactaron el guión como si fuera una obra de teatro, hicieron bolos de ciudad en ciudad y los ayudantes anotaban en que gags la gente se reía y en cuáles no.
George S. Kaurman y Morrie Rysking. Dos reputados guionistas que ya habían trabajado con los Marx en teatro, las obras Los cuatro cocos y El conflicto de los Marx, posteriormente llevadas al cine por la Paramount rodándolas en Nueva York antes de su desembarco en Hollywood.
Además, el asesor de guiones oficial de la Metro, Buster Keaton, alejado de las cámaras, le dio un buen repaso para pulirlo hasta la perfección. Una noche de la Opera se convirtió en una comedia sólida, muy bien estructurada, alejada de la anarquía de su etapa Paramount y, a pesar de la opinión de los fans marxistas más puros, arrasó completamente en taquilla pasando de ser unos comicuchos de poca monta a unos popularísimos mitos de la gran pantalla.
De no ser por este filme tal vez nadie los conocería en la actualidad salvo estudiosos sibaritas del séptimo arte.
Uno de estos títulos que todavía hacen reír y continúan vigentes a pesar del tiempo transcurrido y los innumerables cambios de gustos del público.  

Resulta oportuno analizar actualmente la película que se inicia en un país extranjero (es decir fuera de los Estados Unidos) que el argumento omite su nombre, en donde los personajes son presentados. Un restaurante en la que Margaret Dumont espera a Groucho, sentado a sus espaldas con otra mujer, quien después dirá que iba con ella porque se parecía a usted…
Tras unas bromas con Sig Ruman (Siegfried Albon Rumann: Hamburgo, 11 de octubre de 1884 - Julián, 14 de febrero de 1967), el patoso  Col. Ehrhardt de Ser o no ser (1942) de Ernst Lubitsch, pasamos a Harpo que es maltratado por su jefe, Walter Woolf King, un egocéntrico tenor llamada Lasparri. Un romance, la parte contratante, la canción Alone, que es por cierto una maravilla, y la escena del camarote que es sencillamente  genial.
Desaparecido Zeppo, el cuarto hermano Marx, su función la desempeña Allan Jones dotado de una voz magistral. Resulta curioso un par de detalles. Los personajes de los tres hermanos Marx, ya que Zeppo, fue siempre un caso aparte por pertenecer al grupo de los serios,  funcionan por contraste. Son tres personas anómalas dentro de un mundo digamos normal. El ambiente escogido es el de la Ópera, una forma de expresión artística de gran valor pero que por desgracia es elitista y reservada a gente pudiente.
por lo tanto, el ambiente por el que se mueven los Marx es un ambiente pijo.
Los tres hermanos se mofarán de ellos, los humillarán constantemente. Fijémonos en la escena en que Harpo y Chico participan de una fiesta italiana donde se canta el Cosi Cosa. Son gente sencilla, inmigrantes que viajan rumbo a los Estados Unidos en busca de un futuro mejor, y veremos cómo se les trata con respeto y se confraterniza como ellos con total normalidad.
La comicidad se basa en poner en ridículo al soberbio, a la gente estirada, las damas enjoyadas y caballeros de alto copete, gente forrada de dinero que se cree superior al prójimo.
Según su condición social es tratada de una forma u de otra. Lasparri es la diana de sus objetivos, un ser despreciable que al principio golpea a Harpo.
Los hermanos Marx sembrarán el caos en una representación de Il Trovatore de Giuseppe Verdi, una excelente ópera por cierto, y lo hacen con fines justicieros. Para hundir al soberbio Gasparri, ridiculizar al público pijo de Nueva York, y ayudar al triunfo de sus amigos, la pareja de enamorados. Es decir, que nos son presentadas como tres almas nobles, alocadas pero nobles.
Una comedia divertida, hilarante, que ha sabido superar el paso del tiempo y el hándicap del blanco y negro que siempre provoca rechazo en cierta clase de público. Una obra maestra del cine de humor y todo un clásico imposible de igualar.

Salvador Sáinz