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FREE AND EASY (1930)
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FREE AND EASY. Año: 1930. País: Estados Unidos. Director: Edward Segdwick.Reparto: Buster Keaton (Elmer), Anita Page (Elvira), Trixie Friganza (Ma), Robert Montgomery (Larry Mitchell), Edgar Dearing (policía Jack Collier), William Haines (un invitado), William Collier Smith (maestro de ceremonias), Fred Niblo (el mismo), Cecil B. De Mille (el mismo), David Burton (el mismo), Doris McMahon (cantante y bailarina del número musical), Gwen Lee, John Miljan y Lionel Barrymore (actores de la escena de la alcoba), Dorothy Sebastian y Karl Dane (escena de la cueva), Jackie Coogan, Joe Fanharm, Arthur Lange,Edward Brophy (ayudante de dirección). Guión: Paul Dickey y F. Richard Schayer.- Dialogos: Al Boasberg. Música y canciones: Ray Turk y Fred E. Ahlert. Metro Goldwyn Mayer. 93 minutos.
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La carrera de Buster Keaton iba viento en popa con su productora independiente hasta que Louis B. Mayer mostró interés en comprar su contrato. Joseph Schenck, su concuñado y productor ejecutivo de la compañía se sentía frustrado por estar a la sombra del genial cómico y no dudó en la venta por lo que de la noche a la mañana Keaton se vio atado de pies y manos por la disciplina de un gran estudio. Si hasta entonces elegía sus temas y argumentos, a partir de entones unos burocráticos personajes eran los encargados de decidir qué debía rodar y qué no.
Así si es cierto que El comparsa y El cameraman son dos obras maestras indiscutibles, el fin de su carrera en el mudo, fueron los talkies los que hundieron la carrera del genial cómico.
Para la Metro, Keaton rodó unas siete películas sonoras que, salvo excepciones, carecen de calidad artística y su talento se ve pisoteado con guiones inadecuados y torpes realizaciones. Actualmente Doughboys (1930) es considerado su mejor película de este periodo, un film de ambiente bélico basado en los recuerdos de Keaton en su participación en la primera guerra mundial, y Las calles de Nueva York (1931), un tema que le desagradaba pero que destaca de las mediocridades que vinieron después.
La primera película sonora de Keaton era la irregular Free and easy (1930), un vehículo que si bien tiene buenas secuencias otras en cambio son muy desafortunadas. su primera parte es brillante, la final es floja y además muy triste. Keaton aparece con la cara enharinada como un payaso de circo, y sólo sobresale una extraña secuencia en la que aparece como una marioneta dando saltos y la ejecución de un número musical cantado y bailado con el título de la película. el resto es caótico.
El protagonista es un representante de una miss local a la que llevan a Hollywood para triunfar, pero que fracasa estrepitosamente, triunfando en cambio el mánager como actor cómico y la madre de la pretendida artista como actriz de carácter. Cuando comienzan el rodaje de la película es el momento en que naufraga Free and Easy porque las secuencias que ruedan para la producción ficticia es un espectáculo extraño y absurdo.
Free and Easy funciona toda la parte más real, por decirlo de algún modo, aquella en la que se pretende contarnos las interioridades del mundo el cine y la paradoja de que la protagonista femenina, la presunta estrella que es causante del viaje a Hollywood fracase como actriz, no dé la talla, y dos personas cercanas y ajenas a las aspiraciones artísticas sí consiguen triunfar contra todo pronóstico.
El mundo del cine es así, muchos son los llamados y poco los elegidos.
Nos encontramos con algunos cameos de lujo: Cecil B. DeMille, Fred Niblo (director del Ben Hur mudo), Jackie Coogan (el inolvidable El chico de Charlie Chaplin), Lionel Barrymore, toda una leyenda del mundo de la interpretación. El envarado galán es Robert Montgomery, padre de la actriz Elizabeth Montgomery, futura Embrujada en televisión (e hija de Buster Keaton en How to Stuff a Wild Bikini), que no pasaría a la historia del cine precisamente.
Es cuando el argumento muestra las películas que ruedan cuando Free and Easy hace aguas. El número musical con Trixie Friganza es de pena y el que da título a la película en cambio es más agradable y simpático. Keaton sabe bailar con gracia, como cantante es muy justito. El género musical no era lo suyo, evidentemente.
El resultado es pues irregular y supuso el principio del fin de la carrera de Keaton como estrella de cine, aunque rodó películas hasta el fin de sus días.
La Metro consiguió enderezar muchas carreras, pero para un cineasta solvente e independiente fue un golpe mortal del que no se repondría jamás.
Salvador Sáinz
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ESTRELLADOS (1930)
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ESTRELLADOS. Año: 1930. País: Estados Unidos. Director: Edward Sedgwick. Reparto: Buster Keaton (Canuto Cuadratín), Raquel Torres (Elvira Rosas), María Calvo (su madre), Don Alvarado (Larry Mitchell), Juan de Homs (el director), Salvador de Alberich (otro director), Carlos Villarías (Jack Collier), Joe Dominguez (el ayudante de dirección), Enrique Acosta (un invitado), Doris McMahon (cantante y bailarina del número musical), Emile Chautard, Julio Abadía; con la participación de Cecil B. De Mille, Fred Niblo, Lionel Barrymore y William Haynes. Guión: Richard Schayer, Paul Dickey. Diálogos: Al Boasberg. Versión española y Supervisión: Salvador de Alberich. Música y canciones: Ray Turk y Fred E. Ahlert. Metro Goldwyn Mayer.
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En aquel tiempo se puso de moda en Hollywood rodar réplicas hispanas de los éxitos estadounidenses, cambiando los actores angloparlantes por hispanos. Así Drácula se estrenó en España con la versión de Carlos Villarías, sustituyendo al gran Bela Lugosi. Los actores cómicos como Stan Laurel, Oliver Hardy y Buster Keaton, en cambio, volvieron a rodar sus películas de la época habladas en castellano aprendiéndose los diálogos de memoria. si Laurel y Hardy obtuvieron un éxito importante, en cambio Keaton salió malparado del trance.
Doughboys fue rodada de nuevo en español con Conchita Montenegro con el título De frente marchen, una película que se considera perdida, y Free and Easy, el primer talkie de Keaton, se convirtió en Estrellados.
Free and Easy se editó en DVD hace tiempo en los USA, no en España, faltaría más, pero Estrellados es en cambio un misterio. Se puede ver en pases privados en la Filmoteca Nacional de España, pero no se puede proyectar en público a causa de un problema de copyright.
Vista ahora la versión española es todo un despropósito. Escenas nuevas en donde Keaton habla en español o castellano se mezclan con otras dobladas del original Free and Easy. Suprimieron secuencias enteras, las dos canciones que canta Keaton han desaparecido por arte de birlibirloque, y producen efectos extraños. Por ejemplo en el original Trixie Friganza, la mami de la artista, supera un casting y posteriormente actúa en la película ficticia que ruedan. en la española la mami supera el casting pero en el rodaje la actriz que sale es la de la versión inglesa.
Se conservan los cameos de Cecil B DeMille y Fred Niblo, pero el de este último recortado, también el de Jackie Coogan (el pequeño protagonista de El chico con Charlie Chaplin) y el de Lionel Barrymore pero doblados al castellano.
Carlos Villarías, el famoso Drácula español, realiza una aparición divertida como maestro de ceremonia. Raquel Torres es más que agradable, después de Estrellados trabajó con los hermanos Marx en Sopa de ganso. Keaton se ve perdido. Se aprendió el diálogo de memoria pero desconocía su significado por lo que actúa con total desconcierto. Da la impresión de que no sabe lo que se está haciendo. Queda el placer de oírle hablar en castellano, pero en algunos momentos no se le entiende nada.
Si Laurel y Hardy al rodar las réplicas hispanas mejoraron el filme original, añadiendo nuevas rutinas, en cambio Estrellados pierde por goleada en comparación a Free and Easy, un título ya menor en la filmografía de Keaton, pero lejos aún del desastre que se le avecinaba (Piernas de perfil, El amante improvisado, Pobre tenorio, Queremos cerveza). Un filme triste, como he apuntado antes, porque suponen el principio del fin de uno de los mejores creadores de la Historia del Cine Mundial. Keaton no se mereció el trato que le dio la Metro.
Salvador Sáinz
Salvador Algueró de Alberich nació en Mora de Ebro (Tarragona) en el fatídico 1898 que tanta oleada de pesimismo trajo a España. Falleció en Nueva York en el 1959. Cuando tuvo lugar la eclosión del cine sonoro marchó a Hollywood contratado para traducir al castellano los guiones de películas norteamericanas como Estrellados y De frente... marchen con Buster Keaton. En ambos títulos, Alberich dirigió algunas secuencias junto al director original, Edward Segdwick (Eduardo Segdwick en los títulos de crédito hispanos).
Otra adaptación de Alberich en Hollywood fue Wu Li Chang (1930) de Nick Grinde y Carlos F. Borbosque. El protagonista era de Tarragona, Ernesto Vilches, que sustituía a Lon Chaney padre. Resulta curioso este título porque es una versión hablada en castellano de un éxito del cine mudo que no tenía pues diálogos y que son originales de Alberich.
Tras escribir La fruta amarga (1931) regresa a España y otro guión suyo vio la luz, El secreto de Ana María (1936) su debut oficial como director en los gloriosos Estudios Orphea, sitos en Barcelona, ciudad que se había convertido en la primera productora mundial de cine hablado en castellano. Nuevos ideales (1936) y El deber (1936) son otros dos títulos rodados para la misma productora pero por desgracia en la actualidad son desconocidos por las nuevas generaciones.
Durante la República, Alberich fue inspector de cine en la Generalitat de Catalunya. Había aprendido mucho en Hollywood y también en Joinville, París, donde supervisó algunos rodajes de la época. Pero la guerra civil arruinó completamente su carrera y en 1938 tuvo que escapar a los Estados Unidos para no acabar en un paredón de fusilamiento. Durante el resto de su vida trabajó poniendo voz a unos noticiarios de la Fox, Fox Movietone News, aunque cambiando su nombre por el de Alfredo de Mora para evitar represalias políticas.
Salvador Sáinz
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