Alan Taylor es un director de televisión, recientemente ha grabado algunos episodios de la serie más carismática, Juego de tronos, lo que en cierto modo explica la aparición de Emilia Clarke como Sarah Connors en esta continuación tardía de la serie Terminator. De hecho el motivo por el cual visioné el presente filme es la aparición de la mencionada intérprete por la que siento mucho interés. Emilia Clarke (n. Londres, 26 de octubre de 19861) es una actriz británica, conocida principalmente por interpretar a Daenerys Targaryen en la serie de HBO, Juego de tronos.
En realidad es la londinense quien llena la pantalla con su presencia arropada por el veterano Arnold Schwarzenegger una vez finiquitada su carrera en el mundo de la política como gobernador de California.
Este Terminator: Génesis tiene las virtudes y los defectos del cine actual, me refiero al llamado cine de las multinacionales que de cine tiene muy poco. Son películas con argumentos complicados, giros argumentales imprevistos y a veces gratuitos, acción excesiva cuya trama se limita a correr, saltar, tirar bombas, explosiones y acción desenfrenada tanta que a vees agota el cerebro del espectador.
No se sabe si estamos ante un remake o una secuela. En realidad es ambas cosas a la vez, porque el viaje a través del tiempo para evitar un cambio en el presente de la película original de James Cameron , todo un referente, nos lleva a intentar rizar el rizo. Si los villanos tratan de cambiar su época mediante un viaje portera para eliminar a Sarah Connors ¿porqué los héroes no pueden hacer lo mismo?
Los efectos digitales están conseguidos pero el desenfreno visual fatiga. Al ser una película subsidiaria del éxito de otro título anterior, ya mitificado y clasificado como de culto, no se espera absolutamente nada y en consecuencia es imposible que decepcione.
Esta nueva vuelta de tuerca no resulta en absoluto desagradable y pasas un buen rato, aunque sea una cinta de esas que a los pocos días has olvidado. Muchos ejemplos del cine actual venido desde el otro lado del Atlántico tiene ese defecto, no te llenan, no te atrapan, te abruman con acción y efectos por lo que acabas por olvidarlas. Incluso a veces uno olvida que la has visto y su mera existencia. Son absolutamente obsoletas.
Por lo que respecta al presente film lo mejor que se puede decir es que no te aburre. Un filme alimenticio que no añadirá gloria a sus actores pero si ceros en la cuenta corriente. Finalmente todos contentos.
Salvador Sáinz
