LOLITA (1962)

LOLITA. Título original: Lolita. Año: 1962. País: Reino Unido. Director: Stanley Kubrick. Reparto: James Mason (Profesor Humbert Humbert), Shelley Winters (Charlotte Haze), Sue Lyon (Lolita), Peter Sellers (Clare Quilty), Gary Cockrell (Richard T. Schiller), Jerry Stovin (John Farlow), Diana Decker (Jean Farlow), Lois Maxwell (enfermera Mary Lore), Stanley Kubrick (hombre en mansión interior). Guión: Vladimir Nabokov (Novela: Vladimir Nabokov). Música: Nelson Riddle. Fotografía: Oswald Morris (B&W). Coproducción Reino Unido-Estados Unidos; MGM presenta una producción Seven Arts / Anya Productions / Transworld. Duración: 152 minutos. Drama. Romance

Rodada inmediatamente después de Espartaco, el siguiente filme de Staney Kubrick huía de la espectacularidad y se refugiaba en un mundo interior y atormentado, el del Profesor Humbert Humbert (fenomenal James Mason) enamorado de una muchacha jovencita, casi una niña, llamada Lolita (sensacional Sue Lyon, desgraciadamente nunca más estuvo al mismo nivel en sus futuros trabajos). Lolita, basado en una novela de Vladimir Nabokov, gira alrededor de una pasión prohibida, la de un hombre maduro con una menor. Una relación que el Estado castiga con dureza en numerosos países, sobretodo en los Estados Unidos (a pesar de la producción británica, el presente film está ubicado en el país del dólar) cuyas leyes son implacables al respecto.

Kubrick muestra el drama desde el punto de vista del profesor, atormentado por este amor ilegítimo, incomprendido e incluso tachado de antinatural. La novela es mucho más dura que la película porque la niña sólo tiene doce años, mientras que la de Kubrick tiene catorce y la actriz Sue Lyon dieciseis.
El término "lolita" se ha popularizado para referirse a preadolescentes consideradas muy seductoras, especialmente si son menores de edad. En el mercado de la pornografía, el término lolita se usa para describir niñas o adolescentes. El mismo Nabokov describía a Humbert como «una persona odiosa». En Japón se ha desarrollado el término lolicon, para referirse al complejo lolita y la obsesión por las niñas jóvenes, sobre todo en la ficción.

De hecho ni el ruso Nabokov ni el americano Kubrick inventaron nada al respecto salvo poner sobre la mesa este desesperado relato amoroso. Hombre (y mujeres) maduros o incluso en la tercera edad que se enamoran de jovencitas o jovencitos siempre han existido y siempre existirán, también caso inverso, jovencitos enamorados de personas mayores con gran diferencia de edad. No me corresponde a mí hacer juicios morales al respecto, sólo señalar este hecho que nuestra sociedad repudia con contundencia.

Kubrick cuenta los hechos como son, se adentra en la mente enfermiza de un ser atormentado, desquiciado y enfermo. Critica la hipocresía de la sociedad al respecto. Lolita no sólo es deseada por el profesor sino por el cínico e impertinente autor teatral interpretado por el genial Peter Sellers.
Completa el cuarteto de personajes centrales la no menos genial Shelley Winters con su caracterización de marujona desquiciada, un personaje temible y cercano, una mujer viuda que guarda las cenizas de su marido en una especie de panteón privado.
El clima malsano de la película está muy bien logrado. Kubrick inicia la narración con un flash back contado en tiempo pasado y una autocita sobre su anterior trabajo, Espartaco, en boca del rival del profesor.
La América profunda y provinciana de mente cerrada en cierto modo causante de la anómala atracción. El personaje de la madre es igualmente repulsivo como el resto de los personajes centrales.
Kubrick muestra una sociedad enferma sin moralina religiosa. Una sociedad alienada por su pequeñez y cortedad de miras. Es un viaje al interior del karma atormentado, una película sólida con encuadres precisos.
Lolita es en la actualidad una película de culto, todo un clásico del séptimo arte y una de sus películas más maduras. Una auténtica obra mastra del gran Kubrick, un maestro cinematográfico y uno de sus mejores creadores.

Salvador Sáinz