FUEGO EN EL CUERPO (1981)

FUEGO EN EL CUERPO. Título original: Body Heat. Año: 1981. País: Estados Unidos. Director: Lawrence Kasdan. Reparto: William Hurt (Ned Racine), Kathleen Turner (Matty Tyler Walker), Richard Crenna (Edmund Walker), Ted Danson (Peter Lowenstein), J.A. Preston (Oscar Grace), Mickey Rourke (Teddy Lewis), Kim Zimmer (Mary Ann Simpson). Guión: Lawrence Kasdan. Música: John Barry. Fotografía: Richard H. Kline. Warner Bros. Pictures / Ladd Company. Duración: 113 minutos. Cine negro. Intriga | Neo-noir. Drama sureño. Crimen. Erótico

 

Fuego en el cuerpo fue todo un bombazo en 1981 convirtiendo a sus principales intérpretes en sendos sex symbols, William Hurt y la simpar Kathleen Turner. En dirección Lawrence Kasdan, guionista de algunos filmes de Star Wars, y que se convirtió en un director importante gracias a este título.
La Turner ha sido una gran musa aunque el paso del tiempo la ha perjudicado mucho, pero en sus tiempos fue todo un carácter. Por lo que respecta a la presente cinta la valoramos positivamente aunque tenga un defecto para el cinéfilo empedernido, especie que ya ha visto miles de películas, y que es consciente del mimetismo de la mayor parte de los guiones escritos para filmes llamados comerciales.
En otras palabras que siempre se parecen los unos a los otros y uno tiene la sensación de que siempre nos proyectan la misma película. Su trama de sobada se intuye y se pierde la sorpresa.
El filme de Kasdan tiene otras virtudes, sobretodo la actuación de la pareja protagonista. La Turner está genial y es lástima que la industria de Hollywood no le haya sacado mayor partido.
Las escenas eróticas que tanto dieron que hablar se rodaron con picardía y buen gusto. Escenas memorables como aquella en que la Turner agarra por las bolas a Hurt para arrastrarlo hacia la cama son difíciles de borrar de la memoria.

Toda la acción gira en un verano extremadamente caluroso, estación que incita a la sensualidad y despierta la libido. La trama gira alrededor de la gran atracción física y de sus consecuencias. El sexo puede convertir a una persona en marioneta de otra y ser manipulada sin piedad.
Todo está más que correcto en la película por lo que el tiempo la ha convertido en clásico.

Salvador Sáinz