Película con varios episodios, una fórmula tan vieja como el propio cine (recordemos Intolerancia de D. W. Griffith), sobretodo este título que es una secuela de un filme anterior, Manual de amor que data de 2005. En 2011 se rodó una tercera parte tan exitosa como las anteriores.
En otras épocas el cine italiano, sobretodo la comedia italiana, era muy habitual en nuestras carteleras. Eran otros tiempos y no estábamos tan colonizados por Hollywood como ocurre en nuestro desdichado presente.
Se tratan de comedias amables, simpáticas, entrañables que giran alrededor del amor entre diversas parejas. En esta secuela, parte de cuya trama transcurre en Barcelona, nos encontramos ante unos amores gays y también una pareja con gran diferencia de edad. Carlo Verdone, actor de comedia italiano, son su eje central y además nos encontramos con dos verdaderos sex symbols, uno italiano, la sinpar Monica Bellucci (musa entre las musas) y la española Elsa Pataki.
Esta serie de películas respiran ternura, ingenio. Modernizan la antigua comedia italiana en la que brillaron genios como Luigi Comencini y Dino Risi, verdaderos genios, que sabían dar otra visión al mundo del cine, lejos de la mitificante mirada americana. El cine venido del país trasalpino siempre se ha distinguido por su vitalidad, por su realismo. Es un espejo en el que se debía haber mirado el cine español. Italia no es un país rico, ni es particularmente grande. Pero su cine ha dado la vuelta al mundo y sus actores se han convertido en auténticas leyendas. Lo que más sorprende es su variedad de estilos.
En las últimas décadas, las multinacionales se han hecho fuertes y monopolizan las carteleras con sus blockbusters espectaculares, pero muchos cinéfilos preferimos ese cine más modesto e intimista que nos abruma con sus efectos digitales. Son otra cosa. Un cine mucho más próximo a nuestra realidad.
Salvador Sáinz
