ISIDRO EL LABRADOR (1964)

Rafael Juan Salvia Giménez (Tortosa, 1915 - † Madrid, 21 de junio de 1976) fue un guionista y director de cine español. A su talento literario le debemos guiones famosos como El día de los enamorados (1959), La gran familia (1962), Atraco a las tres (1962), Sor Citroen (1967), Los chicos del Preu (1967), Un adulterio decente (1969), La tonta del bote (1970), ¡Se armó el belén! (1970), Don Erre que Erre (1970), Como director Manolo, guardia urbano (1956) y Las chicas de la Cruz Roja (1958).
Fue el guionista de El Judas (1952) de Ignacio F. Iquino, una de las mejores películas de este irregular director de Valls.
No se puede entender la Historiia del Cine Español sin su nombre. Un cine que gustaba, que atraía a la gente .
Un cine denigrado por problemas políticos porque se confundía y se confunde todavía "cine franquista" con "cine realizado durante el franquismo".
Los críticos dijeron que sus películas eran españoladas, un cine popular. En España se ha considerado deshonroso rodar cine así, aquel cine que divertía, que emocionaba y gustaba. Un cine hecho para el público y no para los críticos que, como decía Amando de Ossorio, "son una minoría y encima no pagan entradas".


Isidro el Labrador. Año de producción: 1964. País: España. Dirección: Rafael J. Salvia. Intérpretes: Javier Escrivá, María Mahor, Roberto Camardiel, Rafael Durán, Gabriel Llopart, Mariano Azaña. Argumento: Jaime García Herranz (Historia). Guión: Jaime García Herranz. Música: Salvador Ruiz de Luna. Fotografía: Manuel Merino. Duración: 97 min. Género: Drama, Biográfico
Extras DVD: Español 5.1. Galería de fotos. Fichas. Libro.

Quien crea que las subvenciones estatales al cine las inventó Pilar Miró en 1983 se equivoca.Isidro el Labrador, una película modesta, se benefició de ellas porque al Estado de entonces le convenía. El cine religioso no interesa en la actualidad. Da la impresión que todo lo relacionado con la religión católica molesta a los ciudadanos y sobreetodo a nuestros "pensadores".
No voy a meterme en camisa de once varas porque cada cual es libre de creer lo que considere oportuno, pero ya se sabe que en España se pasa de un extremo a otro. De perseguir y asesinar religiosos durante la Guerra Civil, en el Bando Republicano, a una especie de delirium tremens del franquismo. Lo correcto no es ni una cosa ni otra. Respetar las creencias del prójimo y no imponerlas mediante la violencia.
Isidro el Labradorpeca de exageración. Los actores se exceden en sus interpretaciones y el guión es una hagiografía del santo y su esposa no menos santa. Las exageraciones producen el efecto contrario, siempre son contraproducentes.
Es muy dificil y muy complicado rodar películas con tales pretensiones porque siempre se puede caer en el ridículo más absoluto. Es lo que pasa con el llamado "fanta terror" que cuando está mal hecho da risa.
El misticismo requiere directores como Robert Bresson o Roberto Rossellini que saben dar fuerza y convicción a sus temas sin caer en la estidencia. Un film religioso necesita la sobriedad de la que J. Salvia carece. Sin embargo El Judas es un filme muy superior a éste. Curiosamente el guionista Salvia trabaja con otro guionista en este filme dirigido por él, Jaime García Herranz.
Con todo la película llega a emocionar, gustó mucho al público de la época. Rafael J. Salvia seguía la máxima de Alfred Hitchcock: "El cine es una sala de butacas a rellenar". Otros trabajos suyos me han gustado más. A este Isidro el Labrador le falta sutileza y le sobran visceras.
En la parte positiva encontramos la forma de vivir en la Edad Media española en la que de repente todos los habitantes de una población se veían obligados a huir perdiendo todas sus pertenecias por el camino porque los almoravides tratan de reconquistar su territorio. En una época en la que no se vivía para sustos, el pertenecer a una etnia religiosa o a otra te marcaba, la gente se aferró a la religión como un clavo ardiendo. Se podrían rodar buenas películas intentando recuperar estas historias que en la actualidad parecen haber quedado en el olvido.

Salvador Sáinz

Javier Escrivá y María Mahor, una pareja muy pía en la película de Rafael J. Salvia. Dos rostros muy habituales en su época.

LA BANDA DE LOS CUATRO

Carlos Saura, Luis Buñuel, Antonio Buero Vallejo y Francisco Rabal son cuatro nombres de oro de nuestro cultura del siglo XX. Buero Vallejo fue a la cácel, fue condenado a muerte, refundó el Partido Comunista en la clandestinidad y además triunfó como escritor con el Estado en contra. Incluso sus obras llegaron a emitirse en TVE deslumbrando por su gran calidad literaria.
Una figura así nos merece mucho respeto. No nos lo merece quien rueda fracasos con dinero público. Gente como Buero Vallejo ennoblecen nuestra cultura.


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