CHOCOLAT (2000)


CHOCOLAT. Paises: USA/Reino Unido. Año: 2000. Dirección: Lasse Hallström. Interpretación: Juliette Binoche (Vianne Rocher), Lena Olin (Josephine Muscat), Johnny Depp (Roux), Judi Dench (Amande Voizin), Alfred Molina (Conde de Reynaud), Peter Stormare (Serge Muscat), Carrie-Anne Moss (Caroline Clairmont), Leslie Caron (Madame Audel), John Wood (Guillaume Bierot), Hugh O'Connor (Pere Henri). Guión: Robert Nelson Jacobs; basado en la novela de Joanne Harris. Producción: David Brown, Kit Golden y Leslie Holleran. Música: Rachel Portman. Fotografía: Roger Pratt. Montaje: Andrew Mondshein. Diseño de producción: David Gropman. Dirección artística: John Frankish, Louise Marzaroli y Lucy Richardson. Vestuario: Renée Ehrlich Kalfus. Decorados: Stephanie McMillan. Dirección de producción: Ginette Mejinsky. Duración: 121 min.

Chocolat, al contrario de La pesca del Salmón en Yemen, es una película que podríamos adjetivar como original. No se trata del típico relato que produce la sensación de ya visto que produce las mayorías de las producciones que se han realizado desde los hermanos Lumière. Lasse Hallström aquí está mucho más atinado, sobre todo con la elección de la protagonista, la excelente Juliette Binoche y aparición especial de Leslie Carol en otros tiempos fue protagonista de films de Vincent Minnelli que escribieron en letras de oro la historia del cine.
La acción transcurre en un plácido pueblo francés del que conocemos pocos datos. Francés aunque en algunos aspectos parece italiano o español, dominado por un cacique, un aristocrático decadente y pelmazo que intenta controlar a su gusto la moralidad pública. Su esposa le abandonó hace años porque es un ser insufrible, la población le teme y no se atreve a contradecirle, convirtiendo al joven párroco en un títere.
Su intransigencia es delirante. Por ejemplo al llegar al pueblo dos personas extrañas, una madre soltera con su hija, algo que provoca gran escándalo, se considera una gran provocación que abran una bombonería en cuaresma. En nuestro país, tradicionalmente católico, por estas fechas se habla de comer con moderación y excluir las carnes del menú pero nunca bombones. En fin. Un ardid argumental para que las recién llegadas no lo tengan fácil.
Los bombones son especiales, realizados con antiguas recetas mayas en las que se incluye picantes como chili. Con el chocolate realizan menús algo insólitos que tienen poder de desinhibir a sus comensales. La vida se transforma, se abandonan los antiguos complejos y el poder local se irá desmoronando consciente de su irracionalidad.
Un filme más que agradable realizado con buen pulso por el cineasta sueco de carrera internacional.   Lasse Hallström no tiene nada que ver con el metafísico Ingmar Bergman, sin embargo en las dos películas que he visto hasta el momento está presente el tema religioso. En La pesca del Salmón en Yemen se habla de la importancia en la fe, si no en un Dios sí en un proyecto que puede ser tildado de absurdo pero que puede transformar la vida de muchas personas, y en Chocolat la utilización de esta fe como represión, pero que se puede enfocar desde un punto de vista más humano cambiando la cotidianidad de una comunidad.

Salvador Sáinz


Correo