EL GATO CON BOTAS (2011)

ENTREVISTA A OLIVIER STAPHYLAS

Le vi caminando por uno de los pasillos de las instalaciones de DreamWorks Animation. Hay algo en la forma en la que se yergue y en su manera de mirar, y es preciso aunque muy dramático en sus gestos. Desde lejos se puede sentir la pasión del creador de Gato, el jefe de animadores Olivier Staphylas.
Cuando entramos en su despacho, veo una pared donde pone ‘expresiones faciales de Gato’: orgulloso, deprimido, presumido, radiante, exhausto, con sonrisa pícara, con una risita vergonzosa 1, con una risita vergonzosa 2, aburrido, receloso, arrogante, casi llorando, valiente. Y hay como unos 100 primeros planos más del gato anaranjado más atractivo del mundo.
Me cuentan que todas y cada una de las expresiones de Gato se basan en expresiones de Olivier. “Me gusta fijarme en mí para sacar ideas para las expresiones faciales y las posturas corporales. Fíjate en ésta delante de un filete”. Olivier me muestra un trocito de película en donde aparece sacando pecho y el consiguiente aspecto del Gato. Ciertamente, se dan un aire.
Creo que Gato es primo mío. No tengo gato, sería decepcionante tener un gato que no cante ni sepa manejar la espada. También nos hemos inspirado en YouTube, en donde la gente ha filmado a sus gatos haciendo cosas increíbles, y en los documentales de animales”.


Yo lo interpretaba y lo filmábamos. Hay alguna referencia mía en todos los planos, para no perder consistencia”. Hay algo tajante en sus movimientos, algo español.   
“Soy del sur de Francia, cerca de la frontera con Italia, así que tengo algo de su gestualidad latina. Todas las expresiones se trasladaban a su cara, así es coherente consigo mismo”.
Todo el tiempo creí que Antonio y el Gato eran una misma alma”, dice Olivier. “Es que Antonio hace su interpretación vocal, y el resto sucede en paralelo. Él no se ocupa en dibujar las caras. Algunas están inspiradas en sus movimientos y actitudes. Mientras está en la cabina de sonido hay una cámara enfocándole, así que vemos su cara y su cuerpo cuando está diciendo los diálogos. Es una mezcla entre él y yo. El pone la voz y yo pongo el movimiento y el equipo de trabajo”.
Olivier parece esperar una reacción cada vez que dice una frase, de forma muy parecida a Gato. Los ojos de ambos pueden agrandarse o achicarse, y pasar de la sospecha a la tristeza o la picardía. Se parecen extremadamente.
Vaya, eso es un gran cumplido”, dice Olivier. Me enseña una escena en la que Gato dice: ‘Es mejor que no hagas enfadar al gato’. “Cuando se enfada es importante saber cuánto tiempo mantendría esa mirada para expresar su enfado. Creemos que quedará más claro si le ponemos una emoción en el cuerpo y luego establecemos la mirada”. Primero anima los ojos y luego la boca.
Me enseña todos los labios diferentes de Gato, los de decir ‘ah’, los de decir ‘eh’, los de pronunciar la ‘f’, y los de casi todo el resto de fonemas en los que la lengua y los dientes hacen cosas distintas.
Me tiene loco”, anuncia como si Gato fuera una mezcla entre su mascota, su hermano y su hijo. Me enseña cómo se crea una expresión en la pantalla. Me muestra cómo se queda Gato sin pelaje. “Podemos seleccionar cualquier parte de su cuerpo, como por ejemplo su ojo, y entonces hay como unos 1.200 controles. Cada pestañeo tiene su propio control. Para adecuar correctamente el cuerpo y la cara a la narración, creamos 24 imágenes por cada segundo de movimiento. Y si hacemos 3 segundos a la semana, el estudio está satisfecho”.
Mira esto, el control de las cejas”. Me enseña la cara de Gato con puntitos minúsculos en las cejas, como si estuviera en una sesión intensiva de acupuntura. “Tenemos una emociones muy complejas, así que tengo que modular algunas de sus expresiones. Me fijo principalmente en mi cara. Si mi sonrisa es pícara, vergonzosa o temerosa, intento imitarla en él”.
Me enseña al Gato en blanco y sin pelaje, y con lo que parecen un millón de hilos atados a él con los que se puede tirar para un lado y para otro.
Con anterioridad, me entrevisté con Nadja Bonacina, la modelista. Su lugar de trabajo es una cueva de Halloween, totalmente gótica y oscura. Saca al gato en blanco. “Estaban en 2D y nosotros les dimos vida, los pasamos al espacio en 3D. Trabajamos con los marionetistas que son los que le meten los huesos bajo la piel. Comienzan a dibujar a partir de referencias de la vida real. Es un proceso que requiere mucha colaboración”.         
Todo esto se hace en la pantalla. Los marionetistas atan los hilos de la marioneta a todos los puntos de su cuerpo. La animación les hace más humanos, más parecidos al actor y menos a los animales.
De nuevo me enseña a Gato en una postura neutra, con la boca ligeramente entreabierta, y explica lo intrincados que son los hilos de la marioneta. Cuando ya está aparejado, es capaz de moverse.
Dice Nadja: “Es un proceso muy largo. Hay que repasarlo muchas veces y tiene muchos detalles”.
Nadja también creó el modelo del pueblo costero, y tardó como unos diez días en poner las tejas del tejado de la iglesia.
Cuando el modelo de Gato estuvo listo, se le envió a Oliver para que le diera expresiones y movimiento y le pusiera el pelaje. Dice Olivier: “Tenemos unos ordenadores y un software de animación muy potente llamado Emo”. Olivier frunce el ceño y me enseña a Gato frunciéndolo. Me enseña los labios de Gato entreabriéndose y haciendo muecas. Y luego me enseña cómo controla las pestañas y cómo hace sonreír a Gato. Cuántas emociones en un gato tan pequeño.
A continuación entrevistamos a Stuart Campbell, encargado del layout final, que es escocés y está encantado de haberse mudado a California. Se sienta ante unas pantallas gigantes de ordenador. “Hay un departamento que viene antes que yo y que se llama ‘layout primario’. Elaboran un borrador de la versión de la escena tal y como aparece en el storyboard. Una vez que han terminado, yo me encargo de la preproducción para la animación. Yo meto los recursos finales en la escena y los personajes. Eso va a animación y luego vuelve a mí, y yo hago que las cámaras trabajen sobre las animaciones que han hecho. Algunas veces la animación va más lejos que el alcance de la cámara, y tenemos que repetirlo”.
Otro aspecto de mi trabajo es que, mientras trabajan en la animación, nosotros trabajamos con los directores artísticos y el diseñador de producción en el decorado de los escenarios. El decorado ya está hecho por el departamento de modelado. Y nosotros le ponemos cosas que hacen que parezca vivo e interesante. Yo decido qué es lo que hay que poner y dónde, pero siempre tiene que funcionar ante las cámaras”.
Me enseña una escena en la que Kitty parece estar forcejeando. Parece apurada, pero parte de su barbilla aparece recortada, así que Stuart tiene que cambiarla para que su cara aparezca completa en la pantalla. Me enseña la escena en el bar que ha creado: cómo ha colocado las sillas, y los carteles de ‘Se busca’, y los tipos con sombreros vaqueros. Me enseña los ojos de Kitty. Hay 100 herramientas relacionadas con 50 partes diferentes de sus ojos.
Sí, se puede hacer casi cualquier cosa”, dice con una sonrisa. “Me parece impresionante el hecho de contar con cientos de personas trabajando juntas en un proyecto, cada una haciendo su parte, y que al final todo ello encaje”.
El hombre responsable de que todo encaje es el director Chris Miller, quien conoció a Gato cuando dirigió ‘Shrek Tercero’. Lleva trabajando en Gato desde 2008.
A medida que se acerca el final, no sé qué es lo que voy a hacer. ¿Gritaré y me sentiré aliviado, o correré desnudo por el desierto? He estado trabajando con un círculo de gente increíble”.
¿Fue difícil crear un personaje completamente detallado, dado que ya conocíamos a Gato de las películas de Shrek? Al principio aparecía como un asesino mercenario contratado para engañar a Shrek y hacerse amigo suyo.
Fue más difícil porque todo el mundo conocía ya al personaje, pero al mismo tiempo eso resultó liberador. Ya sabíamos que teníamos un personaje que era muy gracioso, valiente y desmesurado. Y sabíamos que iba  a ser distinto del mundo de Shrek. Es más expresivo y festivo en cada plano”.
Conocía a Antonio de haber trabajado con él en ‘Shrek Tercero’, y ya lleva mucho tiempo apasionado con el Gato. Un día, estábamos Jeffrey Katzenberg y yo almorzando con Antonio y él dijo: ‘Antonio, Chris Miller va a dirigir ‘El Gato con Botas’. Nunca antes habíamos hablado de ello. A Antonio le pareció maravilloso. En Antonio todo es bello e intenso”.
Katzenberg quiso cerciorarse que estuviera completa la serie de Shrek antes de meterse en el mundo del Gato. La película era un proyecto desde hacía una década, pero no se finalizó hasta que se decidió cuál película de Shrek iba a ser la última.
Gato era un personaje que atraía a mucha gente porque es muy dramático. Es bastante difícil ser un personaje animado y carismático a la vez, pero no hay duda de que Gato tiene todo el encanto, la seducción y el poder de atracción que necesita un felino.
¿Era Chris Miller una persona de gatos? “Puede que me haga con uno después de esto, pero ya llevo tres años obsesionado con éste y nunca he tenido que cambiarle la arena de la caja
Gato fue creado por Olivier Staphylas, el supervisor de la animación, pero parece un híbrido de Antonio y Olivier. “Completamente cierto. Tiene la voz de Antonio, y es él quien proyecta al personaje. Veo a Olivier todos los días, y me sigue resultando asombroso verle metido ahí. Aunque veo que otros animadores trabajan también con él. Obtenemos referencias en video de Antonio para que puedan fijarse en sus gestos y sutilezas, en su tensión. Pero Olivier ya ha hecho mucho trabajo de referenciación antes de eso”.