Yo sólo tenía 10 años cuando se estrenó Drácula (1958) de Terence Fisher que lanzó a Christopher Lee a la fama. De eso hará 51 años y resulta curioso recapacitar sobre este dato, porque actualmente, ya en la sesentena, me he dado cuenta de que he visto a este actor toda la vida en pantalla. Antes de Drácula en El temible burlón entre otras y actualmente en la saga de El Señor de los Anillos.
Lo he estado viendo toda la vida. Su supervivencia artística pese a la avanzada edad es toda una proeza digna de admiración.
Entre nosotros, se trata de unos de mis actores predilectos de toda la vida a quien conocí en Sitges, octubre de 1986.
Salvador Sáinz