COLORADO JIM (1953)

III)- COLORADO JIM (1953)- Aquí el protagonista, Howard Kemp (James Stewart), el más iracundo y agresivo de la serie persigue al forajido Ben Vandergroat (Robert Ryan) por quien se ofrecen cinco mil $ de recompensa. Un anciano buscador de oro (Millard Mitchell) y un militar con dudosa reputación (Ralph Meeker) se unen a él. Capturarán entre los tres a Ben y a su ahijada Lina Pach (Janet Leigt) y decidirán repartirse la recompensa mientras hacen frente a un grupo de indios. Cinco personajes además de los indios, film itinerante (llegar a la civilización y cobrar la recompensa), abierto como siempre en espacios, cerrado sobre los cinco personajes. Aquí el protagonista no actúa por venganza sino para rehacerse de un pasado nada envidiable y por la codicia: Howard Kemp fue a la guerra, perdió a su novia que además de abandonarle con un amigo se quedó con sus tierras. Con la recompensa piensa adquirir tierras nuevas y empezar de nuevo. Es el film más ácido de la serie. Los personajes están admirablemente trazados, delimitados e interpretados con mención especial para Ben Vandergroat/Robert Ryan, un delincuente malvado y sin escrúpulos pero astuto y cínico por lo que fomenta la desunión entre los tres cazadores desconfiados entre si y, conocedor de la historia de Howard, continuamente le recuerda con burla su pasado por lo cual en alguna ocasión es agredido. Lina, situada en medio del conflicto, intenta en un principio defender a su padrino/protector (en realidad hija de un cómplice fallecido). Los indios atacan a causa del repudiado teniente Andersson/Ralph Meeker por haber forzado a una joven india lo cual hace unir al grupo, no por solidaridad sino para sobrevivir. Parece posible llegar a Abilene donde entregarán a Ben y cobrarán la recompensa pero este engaña al anciano Jesse Tate/Millard Mitchel proponiéndole la libertad a cambio de enseñarle la situación de una (falsa) mina de oro, asesinándole poco después hasta que finalmente es abatido por Howard; el teniente perece al intentar recuperar el cadáver de Ben (la recompensa es tanto si se entrega vivo o muerto) y en el último momento Howard no recogerá al difunto pues se ha enamorado de Lina y ella le corresponde (esta secuencia es una profunda reflexión sobre la ambición, la degeneración moral y la final pérdida del egoísmo con la tranquilidad de espíritu y olvido total del pasado); irán a Abilene con el propósito de casarse porqué el auténtico amor es más grande que todas las fortunas del mundo….
Insólito western --- lo cita Ángel Comas --- para la productora M. G. M., con sus excelentes técnicos al servicio e la narración: fotografía de William Mellor, música de Bronislau Kaper o dirección artística de Cedric Gibbons.



TIERRAS LEJANAS (1954)

IV)- TIERRAS LEJANAS (1954) Es el regreso de Mann a Universal después de la experiencia de “Colorado Jim” para M.G.M. La situación/el paisaje en esta ocasión es el de Alaska (gran parte del film está rodado en las Montañas Rocosa de Canadá). Aquí nuestro hombre es Jeff Webster (James Stewart) y su principal interés es pasar un ganado propiedad suya, venderlo y ganar el máximo de dinero posible. También algo le sucedió en el pasado (en sueños pronuncia angustiado el nombre de una mujer, ¿una antigua novia?), es el personaje más antipático de los encarnados por Stewart: un egoísta y materialista, al menos en un principio ya que finalmente la muerte de su buen amigo Ben Tatem (Walter Brennan) y la amenaza de los pistoleros sobre el pueblo le despertará la conciencia y actuará como justiciero. Es el film donde las situaciones cómicas y algunos personajes desprenden más humor, como el caso del juez Gannon (John McIntire) quien es el cacique de turno, imponiendo su ley sin dejar que nadie proteste, es a la vez malvado y socarrón con un sentido muy peculiar del humor negro. Aquí Mann subraya un poco más que en el resto de la serie el papel de la mujer. Dos se enamorarán de Jeff: Renée Vallon (Corinne Calvet), una ingenua muchacha franco- canadiense y Ronda Castle (Ruth Roman), de moral ambigua, quien le comprará finalmente el ganado y le contratará para transportarlo a una lejana localidad fuera de la “jurisdicción” de Gannon pero este y sus secuaces acuden para robar ganado y terrenos con el fin de enriquecerse. Ronda morirá por proteger a Jeff antes de que este acabe con el “juez”. Jeff y Renée ya tienen un futuro prometedor ante ellos….. Veamos el diálogo cuando Gannon juzga a Jeff en un saloon: JUEZ: “¿De que se le acusa?” JEFF: “Maté a dos hombres”. JUEZ : “¿Porqué lo hizo?” JEFF: “Conducían mi ganado desde Wyoming y quisieron volverse atrás”. JUEZ: “Estaban en su derecho si querían volverse”. JEFF: “Pero no con mi ganado”. JUEZ: “No creo que les disparara por la espalda. Absuelto” y en otra ocasión dice el JUEZ: “Me cae usted bien, Jeff, lástima que tenga que ahorcarle”….
La riqueza temática de “Tierras lejanas” es encomiable mientras el paisaje casi siempre nevado sirve de contrapunto a los estallidos de violencia de los personajes. Ambicioso y materialista como el Howard Kemp de “Colorado Jim”, Jeff Webster descubrirá--- como el otro --- que existe alguien capaz de ayudarle sin pedir nada a cambio: Reneé.
La fotografía es de William H. Daniels (al igual que en “Winchester-73”), notable, sin ser tan efusiva como la de Irving Glassberg de “Horizontes lejanos” y la música de Joseph Gershenson (en “Wichester-73” era conductor musical de la partitura de Frank Skinner), correcta y ajustada sin ser tan memorable y “cantábile” como la de Hans J. Salter para “Horizontes lejanos”.