LA LEGIÓN DEL ÁGUILA (2011)


LA LEGIÓN DEL ÁGUILA. Título original: The Eagle. Año: 2011. Países: USA y Reino Unido. Dirección: Kevin Macdonald. Interpretación: Channing Tatum (Marcus Aquila), Jamie Bell (Esca), Donald Sutherland (Aquila), Mark Strong (Guern), Denis O’Hare (Lutorio), Tahar Rahim (príncipe de los Foca). Guion: Jeremy Brock; basado en la novela “El águila de la Novena Legión”, de Rosemary Sutcliff. Producción: Duncan Kenworthy. Música: Atli Örvarsson. Fotografía: Anthony Dod Mantle. Montaje: Justine Wright. Diseño de producción: Michael Carlin. Vestuario: Michael O’Connor. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en USA: 11 Febrero 2011. Estreno en España: 8 Abril 2011. Duración: 114 min. Género: Acción, drama.

Rosemary Sutcliff (14 de diciembre de 1920 – 23 julio de 1992) fue una escritora británica autora de una serie de libros sobre el Águila de la Novena Legión: El águila de la novena legión (1954),  The Shield Ring (1956), The Silver Branch (1957),  Dawn Wind (1961), Sword at Sunset (1963), Los lobos de la frontera (1980),  Sword Song (1997, póstuma). Es una autora de libros ambientados en temas mitológicos dirigidos a un público infantil.
Subrayo este dato porque explica en cierto modo el enfoque de la película que nos ocupa. Estrenada unos meses después de Centurión, en cierto modo parece su secuela porque ambas cintas comparten ambientes y momento histórico, la pérdida de la novena legión a manos de los “bárbaros” pictos y demás tribus como los brigantes.
Cinco mil hombres fueron masacrados durante el imperio de Adriano quien hizo construir un largo muro alrededor de las Tierras Altas, Escocia, donde vivían dichas tribus. Al perderse el águila, el estandarte que simboliza el imperio, éste ha perdido su honor, y el hijo del general que cayó en la emboscada decide recuperarlo para rehabilitarse.
Por lo tanto la presente película no es como Centurión, una película sobre la supervivencia, si lo es sobre la recuperación del honor familiar y por ese motivo, Marcus Aquila debe adentrarse en tierras extrañas para recuperarlo en compañía de su esclavo Esca, superviviente de los brigante, una tribu exterminada por Roma. En teoría, el esclavo debería odiar a su amo pero no es así.
Muchos escritores apuntan a una pasión gay en la película entre estos dos personajes, pero dicho romance no se muestra en pantalla. Tal vez el realizador tuvo miedo o tal vez porque la película está basada en un libro para públicos juveniles en que los compañeros son sólo amigos. Mostrar una relación sentimental entre dos hombres aún da miedo olvidándose de que en aquella época no era nada extraño.
En fin, no aparecen los pintos pintarrajeados de Centurión. Aparece el poblado de los Seal que fueron inventados por Rosemary Sutcliff en su novela y el equipo creativo de esta película se ha inventado su aspecto físico que es, a mi juicio, el segundo error de la película. El primero es no desarrollar la historia de amor entre los dos hombres, el segundo es mostrar un pueblo estrafalario que parecen indios cheroqui con su cresta en la cabeza. No sabemos si estamos viendo un péplum o el enésimo remake de El último de los mohicanos, pero por lo visto al director Kevin Macdonald le salió la vena frikkie para hundir la película.
Hecha esta salvedad, la cinta no es aburrida. De no ser por este par de detalles señalados se podría aceptar porque tiene su gracia. En fin, esperemos que se sigan rodando péplums porque a muchos nos interesan.

Salvador Sáinz