EL HOBBIT:
UN VIAJE INESPERADO (2012)


EL HOBBIT: UN VIAJE INESPERADO. Título original: The hobbit: An unexpected journey. Año: 2012. Países: USA y Nueva Zelanda. Dirección: Peter Jackson. Interpretación: Martin Freeman (Bilbo Bolsón), Ian McKellen (Gandalf), Andy Serkis (Gollum), Cate Blanchett (Galadriel), Elijah Wood (Frodo Bolsón), Saoirse Ronan, James Nesbitt (Bofur), Lee Pace (rey Thranduil), Luke Evans (Bard), Christopher Lee (Saruman), Ian Holm (Bilbo viejo), Hugo Weaving (Elrond), Stephen Fry. Guion: Peter Jackson, Philippa Boyens, Guillermo del Toro y Fran Walsh; basado en la novela de J.R.R. Tolkien. Música: Howard Shore. Fotografía: Andrew Lesnie. Diseño de producción: Dan Hennah. Producción: Peter Jackson, Carolynne Cunningham y Fran Walsh. Co-producción Warner Bros. Pictures / MGM / New Line Cinema / WingNut Films. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en USA: 14 Diciembre 2012. Estreno en España: 14 Diciembre 2012. Género: Fantástico.

El Hobbit: un viaje inesperado se presentaba ante un peligroso dilema ¿igualará a la anterior trilogía El Señor de los Anillos cuyo nivel de calidad llega a la obra maestra? La respuesta es afirmativa a pesar de tener ante sí todo un reto, un listón muy alto y casi imposible de igualar. porque la magia de Tolkien sólo es captada por un cineasta de gran talento como Peter Jackson, con otro director hubiera sido imposible.
A nivel técnico la evolución es harto evidente, todo un espectáculo demostrando un virtuosismo asombroso. Jackson lo ha logrado a pesar de que las películas rodadas entre ambas trilogías son lo que podríamos denominar obras menores: King Kong dañada por el ineficaz Jack Black y The Lovely Bones con unos insufribles efectos digitales que nos hacían temer que Jackson se había perdido para siempre.
Afortunadamente no es así. El Hobbit no sólo ha mejorado respecto a la anterior trilogía en el aspecto técnico, sino que estilísticamente presenta muchos puntos de interés. La trama no es tan oscura, es mucho más ágil, más humorística si cabe.
La épica no está ausente, ese canto a la amistad, a la camadería vuelve a estar presente aunque algunas voces la consideren demasiado masculina. El único personaje femenino que aparece, brevemente, es Galadriel (Cate Blanchett), la mujer elfa, porque son novelas escritas antes del boom feminista de las últimas décadas en donde se ha puesto de moda utilizar mujeres belicosas capaces de unas proezas exageradas.
Hecha esta salvedad, muy coyuntural,  la aventura se centra una vez más en un ser pacífico, un hobbit, un personaje acostumbrado a una vida pequeñoburguesa, muy plácida, en un terruño que nunca abandona. Los hobbits son mostrados como unos aldeanos campesinos de escasa ambición que sólo entienden el pequeño mundo que les rodea y son incapaces de adentrarse allende los límites de su pequeña comarca.
Sin embargo, en ambas trilogías, estos pequeños y simpáticos personajes sacarán fuerza de flaqueza para superar las duras pruebas que le son encomendadas. En cierto modo Tolkien sugiere que un héroe lo puede ser cualquiera si tiene coraje en su corazón. No es necesario ser alto, guapo, ni tener un cuerpo esculpido en un gimnasio ni ser un gran seductor, un sex simbol como los galanes de Hollywood, porque la fuerza la tienen en su interior en donde permanece oculta dormida y sólo despierta en situaciones límites.
De nuevo nos encontramos a la ya mentada Galadriel, la presencia femenina en este primer relato, al enigmático Saruman (sublime Christopher Lee) cuya maldad es puesta en evidencia en la trilogía El Señor de los Anillos, pero que en la presente es algo que se presente. Y. como no, está Smeagol o Gollum (genial Andy Serkis), mucho más logrado que en la trilogía de los anillos, un ser difícil y complicado.
Están además el incombustible Gandarf (Ian McKellen), los Bilbo y Frodo originales (Ian Holm y Elijah Wood) en una breve aparición para dar continuidad a la serie, y el nuevo Bilbo aparece con las facciones de Martin Freeman.
La acción nunca decae, un acontecimiento es encadenado con otro. Los orcos, los gigantes de las montañas, los dragones y los trasgos, lobos y demás personajes no dan tregua a nuestros pequeños y heroicos camaradas. La ambientación es mucho más lujosa que en la anterior trilogía porque la producción ha sido mucho más generosa y Jackson ha contado con mejores medios. La cueva de los trasgos por ejemplo es toda una maravilla.
Quedamos a la espera de La desolación de Smaug y Partida y regreso que pondrán fin a esta trilogía enlazando con la ya clásica. Esperemos que no nos decepcionen. Son películas que una vez se editen en video son adecuadas para visionarlas una y otra vez sin cansarnos. Cada vez que las volvemos a visionar descubrimos cosas nuevas porque son muy ricas en su contenido. Dentro de poco tiempo la serie será ya leyenda y se seguirá viendo durante décadas. Es lo que se llaman “clásicos del cine”, un placer para los cinéfilos de todo el mundo.

Salvador Sáinz